29. ago., 2017

"Sala de Corte", un restaurante con sabor!

En  1782 Antoine Beauvilliers abrió su primer restaurante en Paris, “La Grande Taverne de Londres”. Salones lujosos, empleados bien preparados,  una carta variada, y precios que solo la alta burguesía se podía permitir… Un negocio de suceso que en poco tiempo fue copiado por media Europa. En la actualidad son algo tan banal que no nos pasa por la cabeza que puedan dejar de existir. Los hay para todos los gustos y carteras, desde el humilde restaurante de barrio hasta los portadores de estrellas Michelin. Confieso que aún no he tenido esa experiencia gastronómica. Todos los días surgen nuevos locales pero no todos apuestan por una buena gestión del espacio y la calidad de sus  productos. Encontré algo así en “Sala de Corte” en Lisboa. Descubrí este restaurante  en facebook y me llamó la atención los “me gusta” de dos amigos que son de buen tenedor. Me quedé con la referencia y aproveché un paseo a Lisboa para intentar probarlo. Como suelo hacer aparqué el coche nada más llegar y cogí el metro con destino “Cais do Sodré”. Sabía que el restaurante estaba justo por detrás de la avenida 24 de Julho, en la calle de Ribeira Nova, nº 28. Arriesgaba un poco porque era la hora de comer y no había llamado para hacer una reserva, pero tampoco me preocupaba demasiado, podía reservar para cenar y al fin y al cabo tenía al lado el Mercado da Ribeira con su comida rápida. No fue necesario! El restaurante es pequeño, una hilera de mesas a mano izquierda y una barra a todo lo largo del lado derecho. No había mesas libres y  nos instalaron en la barra. Fue lo mejor que podía pasar, porque cuando al poco tiempo nos preguntaron si queríamos cambiarnos seguimos allí. Es que además de que estábamos cómodos daba gusto ver la actividad del otro lado. La forma como por lo menos cuatro cocineros se manejaban en un espacio reducido, sin atropellos y ver en vivo y directo como preparaban los platos. La gran apuesta del restaurante son los distintos cortes de de ternera con un período de maturación de veinte y un días que  la vuelven más tierna realzando además su sabor. Después solo hay que elegir la guarnición y las salsas en una lista de ocho de cada. Todo ha sido pensado hasta el más mínimo detalle desde los entrantes a las bebidas. Decoración sencilla pero bien conseguida y un servicio impecable. Acaso necesita más?