4. abr., 2017

La cocina de leña

Me crié en una casa con cocina de leña. Me acuerdo de las puertas esmaltadas de blanco y la chimenea de hierro pintada de plateado, de los discos de la parte superior y los accesorios para levantarlos o cómo jugaba con la leña cuidadosamente colocada en una habitación de la terraza. No me acuerdo del sabor que tenia la comida y mucho menos de como usaban el horno. Ahora tengo mucha pena de que ya no lo tengamos o bien el enorme que había en la pastelería de casa. Solo me queda una pequeña cocina de hierro que compré hace años en una chatarrería y que espero terminar de restaurar algún día. La cocina que substituyo al grandullón fue una de gas de una fábrica portuguesa que también ha desaparecido hace mucho. Nada que ver con los modernos. Aún que pueda parecer increíble esa cocina sigue funcionando hace más de cuarenta años! Claro que me gustaría tener una cocina moderna con ventilador, grill, vapor... Pero cuando oigo las quejas de las nuevas... Por lo general siempre son del horno. No entiendo cómo pueden dar tantos problemas. Que si los bizcochos se queman por abajo o por arriba, que si son lentas, que si calientan mucho o tardan demasiado... La verdad es que me extraña. Con mi vieja cocina utilizo un termómetro para certificarme de la temperatura y me va bien. La temperatura corresponde con la que indican el  mando. Si acaso necesito bajarla más de lo que me permite la solución pasa por dejar la puerta entreabierta con alguna cuchara de palo. Si quiero un poco de humedad durante la cocción coloco un recipiente con agua y ya está. Todo tiene fácil arreglo. Entonces si con una reliquia logro hacer mis platos que puede pasar con los sofisticados? Falta de práctica? Creatividad quizás? No lo sé pero cruzo los dedos para que "resista" aún muchos años!